miércoles, 22 de diciembre de 2010

Queda Prohibido!

Queda prohibido!
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

martes, 14 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

I ♥ Basketball

El Baloncesto no se mira, se disfruta.
El Baloncesto no se practica, se siente.
El Baloncesto no gusta, se ama.
El Baloncesto no es como las demás religiones, está por encima de ellas.
El Baloncesto no es un deporte como los otros, es único.
El Baloncesto no se puede comparar, ni sentir. Ni siquiera se puede hablar de Baloncesto así como así.
Para hablar de Baloncesto, no basta con haber hecho canasta una vez, ni dos, ni mil. Hace falta mucho más.
Baloncesto es aquello que se siente.
Baloncesto es aquello que se disfruta, que nunca aburre.
Baloncesto es aquello que se lleva dentro, a la izquierda, en el corazón.
Baloncesto no es mirar un partido y chillar cuando el árbitro se equivoca, quizá Baloncesto sea aplaudir cuando termine una posesión después de 24 segundos defendiendo hasta morir.
Baloncesto no es chillar cuando un jugador se cuelga del aro, quizá Baloncesto sea darse cuenta de que después de 24 segundos defendiendo, y recuperar el balón, tienes 24 segundos más para organizar un ataque que al final logra terminar con dos puntos.
Baloncesto es saludar a todos aquellos que te han ayudado a poder jugar ese partido: rivales, árbitros, compañeros y público.Baloncesto es agradecer a todos los jugadores, los que han pasado, los que juegan y los que llegarán.
Baloncesto es estar preparado para entrar a cancha, sea cual sea el marcador, a falta de 5 segundos, y darlo todo.
Baloncesto es aprovechar todas las oportunidades al 100%.
Baloncesto es amar el balón, tratarlo bien y no dejarlo escapar sin que pase por la red.
Baloncesto es no rendirse. Es dureza. Es combatir. Es ganar.
Baloncesto es ver los colores de tu camiseta y sudarla.
Baloncesto es disfrutar cada segundo que corre del cronometro, disfrutar con cada tiro libre que lanzas, disfrutar con cada sonido del balón al botar contra el suelo o al rebotar contra el aro, disfrutar de cada jugada al máximo, sin perder detalle alguno.
Baloncesto es respeto.
Baloncesto es lanzar el balón a canasta. Sonreír sin saber si entrará. Ver el balón rodando hacia el aro. Sentir como tus pies vuelven en contacto de nuevo con el parquet. Ver como el balón empieza a descender. Escuchar el sonido del balón pasando por la red, sin tocar siquiera el aro. Y lanzar otra vez, hasta fallar.
Baloncesto es tristeza al ver una lesión larga, y alegría al ver tus compañeros ganando sin ti y dedicándote la victoria.
Baloncesto es dar las gracias.
Gracias marcador para enseñarme a ganar y perder.
Gracias línea de triple para que desde mas allá de ti tengan mas valor.
Gracias tablero para enseñarme que rebotando ahí el balón entra más fácil.
Gracias balón y perdón por si alguna vez no te he acariciado o tratado como debería.
Gracias zona, por no dejarme estar tres segundos dentro tuyo.
Gracias aro, por todos los tiros que han entrado llorando.
Baloncesto no es llorar al perder, es llorar cuando se es un perdedor.
Baloncesto es lanzar cada tiro como si fuera el último de tu vida.
Baloncesto es amor.

Baloncesto es todo y más.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mejores Amigos

Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho andar, el hombre se dio cuenta que tanto él, como su caballo y su perro habían muerto en un accidente (a veces los muertos toman tiempo para comprender su nueva condición). La caminata era muy larga, montaña arriba; el sol era fuerte, y ellos estaban cansados, sudados y tenían mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino vieron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plazoleta con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de la que manaba agua cristalina. El caminante se dirigió al guardián que, dentro de una ornamentada casilla, vigilaba la entrada.
“Buenos días”, le dijo.
“Buenos días”, respondió el guardián.
“¿Qué lugar es este, tan lindo?” preguntó el hombre.
“Este es el Cielo”, fue la respuesta.
“Qué suerte que llegamos al Cielo! Estamos con mucha sed”, dijo el hombre.
“Pues el señor puede entrar y beber agua a voluntad”, contestó el guardián, indicándole la fuente.
“Mi caballo y mi cachorro también están sedientos”, comentó el hombre.
“Lo lamento mucho”, dijo el guardián,”pero aquí no se permite la entrada a los animales”.
“Pero ellos me han acompañado siempre”, dijo el hombre.
El guardián se limitó a menear la cabeza negativamente. El hombre quedó muy desilusionado, porque su sed era grande, pero decidió no beber si sus amigos no podían hacerlo. Así que prosiguió su camino. Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por una vieja puerta entreabierta. La puerta se abría hacia un amplio camino de tierra, con verdes árboles a ambos lados que brindaban buen cobijo del sol. A la sombra de uno de ellos había un anciano de blanca barba, apoyada sobre el tronco; parecía adormilado, con la cabeza cubierta por un sombrero. El caminante se aproximó.
“Buenos días”, le dijo.
“Buenos días”, respondió el anciano.
“Estamos con mucha sed, mi caballo, mi perro y yo. Hay algún lugar donde podamos encontrar agua?”
“Detrás de aquellos matorrales hay un manantial”, contestó el anciano. “Pueden beber a voluntad”.
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta el manantial, y finalmente pudieron calmar la sed y refrescarse. Al volver hasta donde estaba el anciano, el hombre le agradeció.
“Pueden volver cuando quieran”, fue la respuesta.
“A propósito”, dijo el caminante, “cuál es el nombre de este lugar?”.
“Están en el cielo”, contestó el anciano con una sonrisa.
“¡Pero no es posible!” exclamó el hombre. “El guardián que estaba al pié de la montaña , junto al gran portal de mármol, nos dijo que el Cielo era aquel!”
“No, aquello no es el cielo, es el infierno.”
El caminante quedó perplejo.
“Pero entonces, esa es una información falsa, y puede causar grandes confusiones!!!”
“De ninguna manera”, respondió el anciano.- “La verdad es que ellos nos hacen un gran favor, porque allá se quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos….. ”

Amistad!

Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron. Y ESTO INICIO ASÍ:


Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer… No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto. Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya… Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo. Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá… Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y rezaba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón. La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía: Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste. Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches rezaré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo. ¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos… éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho. Te quiere mucho: tu amigo por siempre. ‘No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón… La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final’